viernes, 19 de noviembre de 2010

La Ciudadanía Humana, Parte I, página 28

       Sobre el mundo actual, economía

Cuando atendemos a estas dos palabras, "economía" y "mundial", posiblemente la tercera palabra que acuda a nuestro pensamiento sea "crisis", pues llevamos ya unos años sufriendo serios reveses económicos en casi todos los países del mundo donde, por ejemplo, el desempleo se ha multiplicado en todos ellos. La palabra "crisis", de origen griego, significa "momento crucial". Así esta década (2011-2020) será crucial para el mundo económico de los humanos, donde a diferencia de otras crisis pasadas o momentos cruciales de la economía mundial, se suma un factor ya irrevocable, el medio ambiente. De una economía ante una naturaleza inagotable hemos pasado o estamos pasando a una economía ante una naturaleza agotable. No sólo necesitamos una economía sostenible, también adaptada perfectamente al medio ambiente planetario.
 
¿Lo conseguiremos?. Es curioso, porque si lo conseguimos resultaría que respetaríamos más al medio ambiente que a nosotros mismos los humanos, pues llevamos más de medio siglo (desde después de la II Guerra Mundial y la reorganización económica que ello conllevó) donde todos los años mueren millones de humanos producto del hambre letal y la miseria indigna, mejor dicho, producto de una deficiente economía mundial, al menos para la gran mayoría humana. Tal es así que actualmente hay mil millones de humanos viviendo en extrema pobreza, no sólo con falta de alimentos, también carentes de medicinas baratas o de agua potable. Son generaciones y generaciones de humanos de los países pobres que mueren de hambre o malviven con hambre desde hace más de sesenta y cinco años. Muchos humanos ayudan a combatir el hambre en el mundo, bien desde Ongs o por otros medios, pero el grave problema no se soluciona porque está incrustado en la propia cimentación y estructura del Sistema Económico Mundial, llamado liberal o capitalista en la práctica pero de teoría mixta (mezcla de poderes económicos públicos con económicos privados).

El penúltimo varapalo económico a nivel mundial fue durante la crisis de los setenta que transformó el modelo capitalista. A partir de entonces la llamada economía keynesiana dejó paso al neoliberalismo económico y despertó un problema respecto al derecho internacional. Apareciendo lo que muchos expertos llaman "asimetría cosmopolita" entre economía y derecho, debido a la casi nula coordinación jurídica internacional en el movimiento de capitales más allá de las fronteras políticas, sobre todo en el sector financiero. Todo ello desembocó en la tremenda crisis actual económica que vivimos en el mundo actual. Políticamente el fin de siglo pasado no fue tan malo, la caída del Telón de Acero favoreció los procesos de democratización de finales del siglo XX (llamados por muchos especialistas cono "la tercera ola").
 
Así la crisis económica que vivió el mundo en los años setenta del siglo veinte supusieron un tránsito del Keynesianismo (con acento socialdemocrático) al Neoliberalismo (con acento del capitalismo) mientras nuevas y revolucionarias Tecnologías de la Información y de la Comunicación surgían en los países desarrollados, asentando nuevas costumbres en las sociedades y, por lo tanto, nuevas sociedades con nuevas culturas, como la virtual o de Internet, que es mundial. El mundo vive un proceso de cambio entre un choque del fundamentalismo con el imperialismo, y del neoliberalismo con la opinión pública mundial y muchos pensadores en alguna de las ciencias sociales. En medio estamos miles de millones de ciudadanos democráticos sin saber qué pasará. Somos los descendientes del industrialismo que nació en Occidente cubriendo a todas las culturas del mundo, directa o indirectamente. La universalidad que no pudo obtener Occidente con su religión (o religiones), lo consiguió con su modelo económico capitalista que ya parece agonizante. Donde gran parte del resultado es desalentador.

Al respecto, Amartya Sen (Premio Nobel de Economía en 1998), apostaba a principios del presente siglo XXI por la concepción del "desarrollo como libertad", frente a las insuficientes actuaciones de las Instituciones Financieras Internacionales, principalmente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). El propio Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se ha basado en este nuevo enfoque de Sen para el "desarrollo humano". Hasta entonces las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) se guiaron por lo que se llamó o se llama el "Washington Consensus" (WC), idea o política de desarrollo nacida en los años ochenta del siglo pasado y basada en una visión clásica de la economía, orientada al libre mercado en las naciones pobres o en vías de desarrollo que son receptoras de préstamos bajo las condiciones impuestas por las IFI. Siendo ésta la estrategia dominante en el poder económico mundial prácticamente hasta nuestro presente o ante esta tremenda crisis económicas que vive el mundo. Sin embargo, y es muy curioso, países asiáticos en vías de desarrollo que no siguieron estas pautas del WC han protagonizado el llamado "milagro asiático" y se han puesto a la cabeza de la economía mundial.
 
Señalamos a este autor, experto en economía, porque Sen simboliza muy bien a la economía mundial, sobre todo en las cuestiones del desarrollo y de la pobreza, al menos hasta la llegada de la tremenda crisis de 2007-08, donde varios años después aún hay que esperar un poco para que el ciudadano de a pie pueda observar detalladamente el nuevo rumbo económico del mundo. Para hacernos una idea, Sen, ilustró muy bien el tema con dos visiones del desarrollo económico del mundo a las que llamó BLAST y GALA. Para Sen ambas corrientes son antagónicas y han protagonizado una "guerra ideológica" en el seno de las IFI durante las décadas anteriores a la gran crisis de 2007-08.
 
BLAST significa "sangre, sudor y lágrimas" (frase famosa de Winston Churchill). Así este autor agrupa a las teorías económicas que definen al desarrollo como un proceso "sin piedad", donde no se duda en realizar sacrificios aunque multitud de humanos pierdan mucho o todo, e impide priorizar medidas distributivas o equitativas en las primeras etapas del desarrollo. Por otro lado, GALA significa "getting by, with a little assistance" (frase de una canción de los Beatles). Se trata de una visión donde el desarrollo se convierte en un proceso benigno y amigable capaz de fomentar la cooperación entre todas las partes soioeconómicas, públicas y privadas, y entenderse positivamente en la interdependencia característica del mercado.
 
Blast y Gala no son una división y el propio Sen afirma "...nuestra clasificación pretende más bien distinguir las dos corrientes principales de pensamiento en torno a la cuestión del desarrollo" . Y hablando en tercera persona concluye: "...el presente autor no oculta su simpatía por la concepción GALA, y, por consiguiente, interpretaremos algunas de las principales experiencias del desarrollo de acuerdo con dicho enfoque. Empero, nuestro propósito no es el de invalidar la concepción BLAST. En cierto modo, ambas perspectivas deberían compensarse mutuamente...". Dicho esto ahora podríamos comprender mejor a las IFI, porque el FMI obedece a la concepción BLAST, mientras que el Banco Mundial aplica BLAST pero piensa o mantiene a GALA en su método discursivo (curioso). Sin embargo es la ONU quien aplica de lleno la concepción GALA. Así, a groso modo, estaba el panorama internacional antes de la gran crisis actual.
 
Para situar antecedentes en este "desarrollo económico humano" unas palabras del propio Sen: "... la coyuntura actual nos proporciona un momento idóneo para replantear la cuestión [...]. Desde que surgiera por primera vez la cuestión del "desarrollo" al término de la segunda guerra mundial, han tenido lugar muchos cambios tanto en el ámbito de la experiencia como en el de la teoría del desarrollo. Algunos sucesos recientes han justificado el replanteamiento, evaluación o revisión de nuestras primeras observaciones acerca de la naturaleza del desarrollo económico y social. Este es un momento tan bueno como cualquier otro para preguntarnos qué dirección está tomando la teoría del desarrollo... (Teorías del desarrollo a principios del Siglo XXI, 1998)
 
También es curioso que al poco de nacer o naciendo el Washington Consensus se produjo la caída del muro de Berlín y el ocaso del imperio soviético. Pero rápidamente el WC fue criticado duramente por el PNUD y para ello esgrimió la tesis de Sen, centrándose en una crítica de los valores morales y anexionando la ética y la política al crecimiento económico e incluso a las ayudas financieras a los países pobres. La tesis de Sen se basa principalmente en tres puntos: las libertades de los individuos, la agencia y el debate. Sen es famoso en el mundo especializado por ser de los primeros autores económicos que desmintió la teoría antigua que daba a la pobreza el significado de escasez de alimentos, Sen demostró (aunque todavía algunos se lo cuestionan) que la pobreza es resultado de la mala distribución de los recursos.
 
Realmente, estudiando los trabajos de Sen salta a la luz que, si el potencial económico humano es casi infinito ante los recursos de la Tierra y de otros astros, el problema de la pobreza sistemática y de grandes colectivos humanos obedece más a una cuestión filosófica que económica. El propio Sen afirma: "...el desarrollo puede concebirse (...) como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos.". Apostando por las libertades individuales como fin y como medio para el óptimo desarrollo económico del mundo humano, así Sen continúa: "El papel instrumental de la libertad se refiere a la forma en que contribuyen los diferentes tipos de derechos y oportunidades a expandir la libertad del hombre en general y, por lo tanto, a fomentar el desarrollo. (...) La eficacia de la libertad como instrumento reside en el hecho de que los diferentes tipos de libertad están interrelacionados y un tipo de libertad puede contribuir extraordinariamente a aumentar otros." ("Desarrollo como Libertad", Madrid, Editorial Planeta, 2000, pag. 56)
 
Vivimos un nuevo mundo desde que llegó el 11 de septiembre de 2001 con los atentados terroristas en las Torres Gemelas de Nueva York, a partir de entonces el mundo capitalista volvió a tener un enemigo político y militar. EEUU volvió a aparecer como líder salvador del mundo libre, pero éste abrió época hacia la multipolaridad o multilateralismo. Hasta el punto de ver en la actualidad a dos países hace poco enemigos políticos, ser ahora grandes aliados económicos, como EEUU/China (por ejemplo China compra gran parte de la deuda estadounidense). A ello ha contribuido la tremenda crisis actual que padece el mundo de la economía, que colapsó a mediados de 2008 con una crisis financiera internacional sin precedentes. Los grandes países económicos se reunieron el 16 de noviembre de 2008 para solucionar la crisis, a partir de entonces se sigue trabajando. Pero las opiniones o tendencias son diferentes, unos tratan de refundar el capitalismo, otros de cambiar del neoliberalismo a otro nuevo sistema económico mundial.
 
Así es difícil hablar "en la situación en que se está" con respecto a la Humanidad actual, pues estamos "efervescentes" e imprevisibles. Nuevos actores económicos y virtuales rompen el papel financiero y ocupan el escenario de un mundo en proceso de cambio hacia una situación mundial muy compleja y débil, no sólo en economía, también en medio ambiente. Todavía domina una globalización económica de corte neoliberal muy débil o frágil en el potencial financiero e incapaz de dignificar económicamente a la mayoría humana, obviamente es criticada por foros sociales diversos dentro de las democracias. Son nuevos movimientos sociales a los que comienzan a sumarse algunas políticas oficiales.

En principio tenemos dos grandes problemas económicos en uno: ¿cómo nos adaptamos económicamente, a medio y largo plazo, al drástico cambio de temperatura que está sufriendo el planeta?. Este objetivo es forzoso y representa e invita a un consenso general entre los grandes poderes económicos planetarios. Con grandes crisis o sin ellas, la economía mundial deberá adaptarse a temperaturas altas y generalizadas en el planeta. Y potencialmente tenemos inteligencia y medios suficientes para hacerlo bien, nunca deberíamos olvidarlo.

Iniciada ya la crisis económica y mundial en 2007-08, el mundo vivió un cambio económico drástico que se agravó en 2009 y 2010, se habló y se habla de refundar el capitalismo; y los más optimistas de los países desarrollados esperan una vuelta a la socialdemocracia (nueva o "neo" en estas sociedades neotecnológicas) similar al Estado del Bienestar de los años 50 y 60. El segundo problema "en uno" puede parecer voluntario: ¿cómo continuamos progresando y evolucionando tecnológicamente sin provocar más efecto invernadero al planeta?. No sólo debemos procurarnos los Estados del Bienestar, también de la Atmósfera del Bienestar, el Desarrollo Sostenible.
 
En cambio, la realidad no virtual del mundo actual proviene de un pasado reciente donde el Capitalismo compitió ferozmente (política, militar, espacial, económica y socialmente) contra el Comunismo (totalitario, no democrático). El resto de los países quedaron en una u otra órbita o en tierra de nadie (los No Alineados). Pero en la década de los 90 se desmoronó el bloque comunista (menos China, que predomina pero con economía capitalista, y otros pequeños como Cuba o Corea del Norte que perduran), surgiendo multitud de nuevos Estados desde la esfera soviética desmoronada. Económicamente fue una victoria en toda regla del neoliberalismo pues China se sumó a esta causa económica, pero políticamente el mundo quedó difuso.
 
Por ejemplo estos últimos años nos dejan una pregunta inquietante, ¿el Mercado es o está más allá de las leyes o dónde están las leyes que regulan al Mercado Mundial?. Cinco o seis mil millones de humanos consumiendo sin cesar, y seremos mil millones más dentro de poco, ¿cuánto resistirá la Tierra?, ¿a cuántos humanos puede contener la Tierra?. Todo mercado que pase de responder no merece ser mercado para el mundo. Existe un dato bastante indicador que muestra claramente la responsabilidad mundial que en esta época y alguna pasada fue y es requerida. En el Neolítico iniciábamos la evolución mental, cultural y tecnológica. Éramos unos veinte millones de individuos. Durante noventa y ocho siglos no hemos superado la población de mil millones de humanos sobre la Tierra. Pues bien, en los últimos dos siglos hemos crecido ¡cinco mil millones de seres humanos más!, una característica poco conocida de la Edad Contemporánea. Desde esta perspectiva el desequilibrio natural estaba y está bastante claro, el comienzo para amortiguarlo no fue tan claro. Incluso ahora muchos siguen sin ver la alarma de este "hinchazón" sapiens de la Naturaleza.
 
¿Cuántos humanos pueden vivir en la Tierra?. Porque quizás esta superpoblación descontrolada ha favorecido muchas de las catástrofes humanas evitables como el hambre extrema, espantosa costumbre asentada desde hace más de medio siglo y continúa aunque tengamos capacidades o potencial para solucionarlo. Donde año tras año, décadas tras décadas, mueren millones de humanos pudiéndose evitar, la mayoría niños. Y nunca llega la solución general, mientras muchas ONG y Organismos sin ánimo de lucro trabajan desde hace más de medio siglo, miles de los mejores intelectuales de décadas pasadas y actual pensando en ello, millones de humanos solidarios apadrinando u ofreciendo donaciones periódicas, pero no llegando nunca la solución general. Y así seguimos muriendo, evitablemente, millones y millones de humanos año tras año.
 
¡Qué impotencia!, donde nuestras conciencias parecen "condenadas a un infierno" de por vida. Así las cosas ¿acaso debemos sentirnos "elegidos" cuando en un simple restaurante pidamos una ración de patatas fritas?. Y si somos los elegidos: ¿por qué tenemos comida de sobra y otros mueren por su escasez, si además nuestra voluntad no lo desea y está en contra?. ¿Qué hemos hecho mal para merecer este castigo en la conciencia común humana o dolor de impotencia general?. Cómo podemos explicárselo coherentemente a nuestros hijos, ¿cómo enseñarles a "danzar sobre las tumbas" de inocentes muertos por el hambre si todavía nosotros no hemos aprendido?.
 
Además estamos perdiendo muchos y buenos humanos, cuyas mentes son movidas por buenos corazones, que, agotados, se retiran de buscar y aplicar solución general al Hambre. Se aíslan geográfica o mentalmente, cansados, "derrotados", "pasando" de la Humanidad porque, en definitiva, "tenemos lo que merecemos". Buscando refugio en pequeñas colectividades como la familia y amigos íntimos e intentando ser algo feliz hasta el final o muerte individual natural. Mientras que el Hambre sigue devorando con monstruosa monotonía y provocando muertes no naturales, donde cada año toca una o dos veces hablar de ello porque algún organismo importante publica su informe anual y después se "olvida", hasta el año siguiente, formando un ciclo o círculo vicioso que impide la solución general.
 
Los humanos hace tiempo que dejamos de necesitar una economía donde éramos depredadores directos de animales (como el resto de las Especies salvajes y carnívoras actuales) y ahora nos sentimos menos animales por ello. Nuestra economía mundial es lujo para pocos, bienestar para algunos más, básica subsistencia para muchos y miseria letal para otra gran parte de humanos. Los hechos son contundentes: tenemos una economía "caníbal", mercados que, todos juntos o mundialmente, necesitan "devorar" vida humana para seguir funcionando y así millones de seres humanos somos exterminados todos los años por la ignorancia, impotencia o, peor aún, indiferencia, del resto de nosotros.
 
Para solucionarlo el resto no tenemos que ir descalzos, ni desposeernos del televisor o frigorífico, simplemente tenemos que solucionar el problema y "devolverles" potencialmente la vida a los millones de humanos que morirán/emos los próximos años por estas amenazas generales y evitables. ¿Realmente somos tan pocos y tan escasamente inteligentes los humanos libres para solucionar este grave problema mundial o realmente somos tan indiferentes?. ¿Acaso queremos las libertades democráticas para contemplar cómodamente la miseria, "esclavitud" y sufrimientos evitables de otros humanos?. ¿Para consumir yo plenamente y tener una vida confortable otros humanos deben morir de hambre o de enfermedad evitable?. ¿Esta pregunta es un engaño, una trampa o una despertadora de conciencia?, ¿qué es?.
 
Puede ser duro y crudo lo expuesto para cierto nivel de sensibilidad, pero los humanos libres y acomodados tenemos fronteras soberanas y podemos decir que ello ocurre en otros países lejanos donde no tenemos poderes legislativos, judiciales y ejecutivos, así muchos quedaremos aliviados. También podemos dar limosnas o donaciones a asociaciones caritativas u organizaciones humanitarias, incluso los más jóvenes y atrevidos podemos protestar, provocando y dejando que la policía antidisturbios nos den palos en los alrededores de las reuniones de líderes económicos del planeta. Porque la cuestión del orden económico en el papel del Estado y en sus sociedades continúa debatiéndose con pasión, no sólo con teoría, tanto en sus labores nacionales como internacionales.
 
En los índices macroeconómicos, los grados de economía negativa y economía positiva dependen del grado de inteligencia de la política aplicada. La economía humana está omnipresente en todo el planeta y es paralela al desarrollo político mundial. Cuanto más desarrollo político mundial inteligente mayor desarrollo y riquezas para toda la Humanidad. Pero como ya vimos, no hay política general humana, sino más bien políticas internacionales. Aquí puede estar el eje de los graves problemas del mundo humano, porque existe economía global pero no existe política global (o al menos no existe la democrática). Los valores o activos económicos han evolucionado en la Historia Humana mucho más que los valores políticos y democráticos.
 
Si una persona tiene en Berlín diez mil euros y los deposita en un Banco tendrá ese dinero disponible en cualquier ciudad o país del mundo, sea en Pekín o en La Habana. Pero si una persona tiene libertad de expresión política en Berlín no significa que la tenga en toda ciudad del mundo, de hecho no la tiene en Pekín y La Habana. No existe ningún "Banco Mundial" que garantice las libertades democráticas, ni siquiera uno que defienda a las libertades democráticas firmemente establecidas pero diversas, deberemos o podemos aprender a organizarnos y defender nuestros intereses comunes en la democracia por muy diversas que sean las leyes fundamentales de nuestras soberanías.
 
Todos entendemos algo de economía. Para sobrevivir es básico administrar bien nuestro dinero o recursos. En la macroeconomía debemos entender también que tenemos a disposición materiales, tecnología, medios físicos naturales y científicos suficientes para acabar con el Hambre y la miseria en pocos años y al mismo tiempo lanzarnos a la colonización del Espacio, mientras estructuramos nuevas fuentes energéticas y ecológicas. Suena imposible pero es economía potencial (nuestro potencial económico es casi infinito), pero no tenemos medios políticos para llegar a esta extraordinaria riqueza difícil de imaginar.
 
Al respecto existe un detalle muy importante. En realidad la globalización económica que padece el mundo no es injusta; real y concretamente es ALEGAL (ausencia de legalidad). Pues las decisiones del FMI y del BM son inapelables, no existe Tribunal internacional al que se pueda recurrir. No existe ningún Órgano de Justicia que pueda decretar injusticia y emitir, consecuentemente, sentencias justas y dignas para los hambrientos del mundo. Estos organismos no se mueven bajo ninguna ley, no pueden cometer delito mundial por muy mal que lo hagan, pero no es culpa de ellos, sino de las ausencias civilizadas al nivel humano y general.
 
Es triste pero es así. No existe Justicia Mundial que regule a los poderes ejecutivos en sus decisiones o pactos internacionales económicos. El máximo poder de la Humanidad no es legislativo o judicial, es económico/ejecutivo y depende exclusivamente de los líderes de las multinacionales y de las naciones ricas, generalmente desunidos y hasta enfrentados (y no siempre defendiendo intereses totalmente transparentes). Y mientras sigan así nuestros recursos mundiales el interés general humano se verá limitado y desequilibrado por la Alegalidad mundial o ausencia de una Justicia Mundial Democrática. No sólo en los países pobres, los países ricos conllevan un engaño en su definición, no son ciudadanías generales ricas, la mayoría de los ciudadanos suelen ser de la clase baja y siempre existen grandes minorías viviendo en chabolas o como indigentes.
 
Necesitamos un Pacto Inteligente en Economía Mundial entre todos los Estados soberanos y los grandes poderes económicos, encontrar un valor general en todas las naciones del mundo que dignifique a nuestra Humanidad. Porque según muchos expertos, en esta década, será necesario crear 500 millones de puestos de trabajos en el mundo. De los 3.000 millones de trabajadores humanos un tercio están en paro o son "ilegales". La economía pública no puede solucionar el problema por sí sola, la economía privada es necesitada. ¿Encontraremos los canales mundiales idóneos?. Todavía estamos en una situación privilegiada, todavía podemos llegar al acuerdo mundial para diseñar una maravillosa economía humana que trate con dignidad a sus semejantes y lance a la Vida surgida en la Tierra a un nivel universal de bienestar.
 
El mejor poder público hasta ahora por el Hombre está en los llamados Estados del Bienestar (sistema socio económico mixto). Como vimos, surgieron en los países ricos después de la II GM, el economista William Henry Beveridge (1879-1963) está considerado como el padre del Estado del Bienestar. Y otros autores como T.H. Marshall describió así dicho Estado: "cuando un país con economía de mercado capitalista desarrolla democracia política e instituciones civiles, emergiendo una economía mixta que incluye al mismo tiempo un capitalismo público y otro privado, igualmente organizados y con un mismo sistema de cálculo, junto con una estructura de servicios sociales públicos, seguros y asistencias que componen lo en en todo el mundo se conoce como estado de bienestar" ("The Right to Welfare and other essays", Heineman, Londres, 1981).
 
Estos Estados jugaron una labor muy importante en la reconstrucción económica de la posguerra en Europa. Pero la estabilidad y prosperidad de esta época fueron rotas por la Crisis del Petróleo (1973); y el Estado del Bienestar, como eficiente sistema socioeconómico, fue cuestionado a partir de entonces y sus desajustes aún no han sido solucionados. Esos desajustes son los que mantienen el Hambre y la Miseria en el mundo humano. Se ha producido tal cantidad de cambios en la Economía Mundial que los Estados del Bienestar tratan de afrontar las consecuencias en sus propias sociedades modernas de la mejor manera posible, pero no pueden acabar con el Hambre del mundo, ni con el alto riesgo potencial de una grave crisis, menos aún con el Calentamiento Climático y Global. Todo parece indicar que el dividido poder político del mundo estaba "de rodillas" ante el poder económico del mundo y después de 2008 ambos poderes parecen "batirse en duelo" por la supremacía del destino humano.
 
La FAO, a finales del 2004, anunciaba cinco millones de muertes infantiles al año debido al Hambre. Y en 2007 la misma FAO ofrecía cifras espeluznantes: sesenta mil personas muriendo al día por inanición. Esto representa o simboliza sesenta "torres gemelas" (alusión al terrorífico atentado en Nueva York) cayendo todos los días sobre la Humanidad. Por dos de ellas que cayeron el horror vivido (concentrado e inmortalizado en unos minutos agonizantes por televisión) fue espantoso y se movieron ejércitos y miles de millones de dólares. Se podría decir que si el dinero invertido como consecuencia directa del fanático atentado terrorista de Nueva York (sobre todo en las guerras de Afganistán e Irak) se hubiera invertido adecuadamente en hacer desparecer el hambre masiva de la Humanidad hoy no habría inanición colectiva en el mundo.
 
No sólo esta reflexión es interesante, debemos insistir, son sesenta "torres gemelas" cayendo todos los días sobre la Humanidad (esta vez sin televisión en directo), veintiuna mil novecientas "torres gemelas" cayendo al año, arrastrando la vida de ochenta millones de seres humanos. ¿Está ya la Interpol trabajando en ello para llevar a los responsables a la justicia?, ¿se han movilizado los ejércitos democráticos para acabar con esta sistemática destrucción en masa de humanos?. ¿Quiénes nos defienden en el plano mundial, sobre todo en nuestro punto más débil, el Hambre, donde somos millones los humanos que morimos al año?, ¿quiénes nos ofrecen justicia democrática a escala general humana?. Y si existen ¿por qué hacen tan mal su trabajo?. ¿Por qué es tan poco inteligente nuestra dignidad general y humana?. La pregunta puede hacerse de otra manera: ¿Por qué la dignidad humana no vale nada o casi nada frente al Mercado económico mundial?.
 
Muchas preguntas fundamentales sin responder. Aún sin respuesta o con conclusión negativa la esperanza debe fluir, los males evitables del mundo pueden ser solucionados por el conjunto del mundo libre, ya que las democracias aisladas no han podido, ni ofrecen un plano eficiente, público y mundial. No hay esperanzas o desesperanzas en la democracia, más bien en la ciudadanía que la crea y utiliza. A problemas municipales: ciudadanos municipales; a problemas soberanos: ciudadanos soberanos; a problemas de la Humanidad: Ciudadanía Humana. Al menos sus escrutinios pueden contener sensibilidad, buen ánimo y sabiduría capaces de aportar teorías o soluciones viables para el incierto mundo que nos toca vivir siempre amenazando en el ocaso de la Humanidad.
 
Desde el siglo XVI, cuando un mismo barco o mercancía podía tomar como ruta cualquiera de los mares y océanos, comenzó a forjarse un Mercado sin precedentes, el plenamente Humano, más conocido como Mundial o Global. Podemos afirmar que la globalización o mundialización económica no es nueva, lleva siglos entre nosotros. Incluso antes de saberse que el mundo era redondo recordamos el Mercado mundial de Darío I de Persia o la crisis que padecieron al mismo tiempo dos Imperios lejanos, el chino y el romano. Entonces: ¿qué es lo tremendamente nuevo que tanto ha modificado al mundo y que está fuertemente ligado a la Economía?. Muchos afirman que el sistema financiero es como un "casino" bursátil por encima del sistema de producción donde la especulación parece dominar al sistema financiero y con él a la economía mundial, dejando inútil cualquier intento de economía solidaria capaz de solucionar la miseria en la Humanidad.
 
Al respecto algo parece decirnos el Diccionario de Educación para el Desarrollo con el término "Economía Solidaria" (definición del experto coordinador en Economía Alternativa y Solidaria Carlos Askunze): "Actualmente la Globalización –entendida como el conjunto de procesos tecnológicos, económicos, sociales y culturales que hace del mundo una realidad más integrada e interdependiente- está íntimamente ligada a un determinado modelo político y económico basado en la Ideología neoliberal, así como a un concreto modelo de vida sostenido en el consumo desmesurado, el afán de acumulación, el individualismo exacerbado y la uniformidad cultural". "Es incuestionable que, como consecuencia de ello, vivimos en un mundo profundamente injusto, desigual e insostenible".
 
El conocimiento general económico y práctico es mortalmente desfavorable para una gran parte de la Humanidad. La terrible noticia humana de este siglo XXI sigue siendo la misma que el siglo pasado, la economía mundial es insuficiente para el conjunto de la Especie. Entre las publicaciones de los medios de comunicación al respecto hay datos terroríficos, por ejemplo: "dos millones de niños mueren al año por falta de acceso a agua potable". En el Día Mundial del Agua de 2007 (22 de marzo) se publicó que más de mil millones de humanos carecen de abastecimiento de agua potable y que, debido a ello, mueren al día tres mil ochocientos niños. En verano de 2008 se publicó que ya había sido hallada agua en Marte. Una monstruosa y letal contradicción.
 
Aunque quedan muchos análisis del líquido elemento en distintas partes de Marte para certificar una realidad planetaria, el primer análisis del agua hallada en Marte ha sido difícil de "digerir" ya que contiene perciorato, una sustancia altamente tóxica. Si miramos al futuro y esa toxicidad puede eliminarse: ¿quién podrá beber el agua de Marte por muy sana que sea con la conciencia limpia y transparente?, ¿qué astronauta por mucho que sea el primer humano que pise Marte puede sentirse héroe ante este panorama mundial de la pobreza extrema y letal?. Incluso cualquier lógica que contemplara desde el exterior a la Humanidad podría deducir o cuestionar: "¿estos humanos querrán traer la inanición en masa también a Marte?".
 
Pueden ser duros e impactantes estos párrafos, pero: ¿acaso otra perspectiva puede asombrarnos más ante esta horrible contradicción y máxima realidad común de la Humanidad?. ¿Acaso nuestra capacidad de asombro ante las hambrunas y miserias colectivas no van disminuyendo?. Y acostumbrándonos por su monstruosa regularidad: ¿no acabará nuestro involuntario conformismo e ignorante impotencia "asociándose" a este terror mundial, convirtiéndolo en algo normal, cotidiano y duradero?. Este discurso a la Humanidad Libre vuelve a rebelarse ante la impotencia ignorante e involuntario conformismo como miles de discursos hicieron antes. Y tratará de despertar al sensato asombro con alternativas ante este mal mundial y otros similares. Contribuyendo a construir el marco idóneo y civilizado donde todas las ideas positivas puedan ser facilitadas, valoradas democráticamente, multiplicadas y puestas en la práctica.
 
En los tres últimos siglos muchos pensadores buscaron el término medio o equilibrio ente política y economía. Todavía cuando miramos hacia atrás en la Historia vemos y sentimos las consecuencias de este encuentro entre la igualdad política del sistema democrático con la desigualdad económica del sistema capitalista, pero sin solucionar la pobreza extrema de la desigualdad social, todo ello reunido en el ser vivo llamado "humano". Muchos pensadores y políticos han intentado equilibrar las balanzas con el ya mencionado "Estado del Bienestar", pero fue uno de los intentos sin resultados suficientes. Sabemos que la desigualdad social depende más de la esfera económica pero sólo puede ser regulada desde su esfera política (con leyes económicas adecuadas).
 
Martha Nussbaum en su novela "Justicia poética" (edit. Andrés Bello, Barcelona, 1997) afirma: "el hábito del economista de reducirlo todo al cálculo, combinado con la necesidad de una teoría simplista de los actos humanos, crea una tendencia a ver cálculos por doquier, en vez de compromiso y comprensión". La solución económica para el Hambre puede parecer muy complicada al observar los distintos mercados nacionales y las diversas leyes que los rigen. Pero el planteamiento general es sencillo, un consenso de "compromiso y comprensión" entre los especialistas económicos del mundo puede decirnos cómo se puede hacer.
 
El máximo poder económico del mundo está, hasta ahora (a partir de estas décadas: con el permiso del gigante económico chino), al margen de la ONU y recae en el Foro Económico Mundial, el BM, la Organización Mundial del Comercio junto al FMI. Suelen reunirse en Davos (Suiza) todos los años, eje de la mundialización de la Economía Humana. Por otro lado tenemos el Foro Social Mundial (FSM), que organiza encuentros entre organizaciones, movimientos, asociaciones, ong y algunos intelectuales destacados del mundo humano. Nació en Porto Alegre (Brasil) en 2001 con unas diez mil personas, pero en 2004 los asistentes eran ya casi cien mil. Es posible mantener la esperanza, la sensibilidad internacional y humana existe, y la inteligencia al respecto evoluciona. Sin duda alguna no podemos esperar otra cosa, acabaremos con las hambrunas del mundo.

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