viernes, 19 de noviembre de 2010

La Ciudadanía Humana, Parte III, página 65

PARTE III


LA ESTRUCTURA, DEMOCRACIAS Y CIUDADANÍA

 
"La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras
y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio,
sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto,
del espacio interior, en el cual los hombres viven y se mueven."
Bruno Zevi ("Saber ver la arquitectura". Barcelona, 1948)

  Hasta aquí la cimentación lógica para alojar una mente colectiva de la Humanidad Libre. Sobre ella se pueden construir diversas estructuras y se ha calculado "el peso a recibir" no sólo para la gama de modelos ciudadanos disponibles, también para la gama de las democracias y sus tipos de consultas posibles. Sin olvidar, como reza la cita anterior del arquitecto Zevi, que lo más importante de la estructura para la asociación de los humanos libres no son sus "materiales" (los dos modelos de democracia que lleva implícitos) sino el espacio que se pretende envolver: la potencialidad del pensamiento general humano, ello es lo que hay que alojar, motivar y manifestar.
 
Para ello la estructura de la Ciudadanía Humana estará formada por dos modelos democráticos. En este caso y siguiendo con la arquitecta metáfora, las primeras plantas de la estructura, que al final de la obra serán bastante diáfanas para que quepan muchos, utilizaremos un modelo democrático que hará de molde (encofrado) y de hormigón: la Democracia de la Opinión Pública y Mundial. Y a continuación, las plantas siguientes, serán estructuradas como espacios medianos y pequeños, para que los especialistas de los diversos conocimientos públicos puedan reunirse y votar en asambleas menores. Y así las especialidades de todos nosotros alcancen un nivel de conciencia mundial desconocido hasta la fecha, estamos ante el planteamiento de la Democracia de los Conocimientos Públicos y Mundiales.
 
Ambos modos de consulta con votos para el ciudadano humano pueden formar una parte transcultural de todo estado democrático, ya que desde cualquier cultura, desde cualquier democracia, pueden surgir los ciudadanos humanos. Además es inevitable, ya que en la sociedad mundial conviven personas desde culturas diferentes. De hecho y además, la CH, ofrece plataforma ideal para formar un cultura plenamente humana que englobe a todas las interiores. Y por supuesto la CH es una ciudadanía cosmopolita (pero sin optar a poderes públicos) porque trata de cultivar y desarrollar vínculos de unión entre todos los seres humanos más allá de las legítimas diferencias políticas, sociales, económicas y culturales que puedan existir. Haciendo causa común ante las dificultades y problemas que se nos presentan a escala mundial.

La sencillez de la CH es tan clara como los DDHH, de hecho, al aprobarse y publicarse los Derechos Humanos, potencialmente, se estaba creando la Ciudadanía Humana y ahora simplemente la estamos formalizando y normalizando teóricamente. Dándole forma con unas normas y significados comunes, A este respecto y tomando de referencia a Glaucón, hermano de Platón, ya que expuso cuáles eran las doxai u opiniones más comunes en su tiempo sobre la justicia y su origen (que vienen a coincidir con las opiniones de los sofistas). Junto a su intento de distinguir entre doxa (opinión, en griego) y episteme (conocimiento, ciencia), nos viene ideal para llegar o nombrar a estos dos tipos de democracia de la CH. De aquí puede interpretarse y establecerse la ciudadanía humana bajo la Democracia Doxa y la Democracia Episteme, una nutre de opinión y otra de conocimiento. Pero, tanto la Democracia Doxa como la Episteme de la CH son sin "cracia" (poder público), que no necesariamente deben ser sin cracia en otros modelos o metodologías, pero en la CH aquí presentada: sí.
 
Por otro lado si "cracia" es poder y "demo" es pueblo (ciudadanía general), así resulta el significado de Democracia, el poder (o gobierno) del pueblo, y como con la Doxa sólo procuramos la opinión del pueblo (humano), sin "cracia", habría que cambiar ésta por "doxa", así sería más bien una Demodoxa, la opinión del pueblo. En cuanto a la Democracia de los conocimientos sería una Demoepisteme (dando predominio de pronunciación a la "o" sobre la "e": Demopisteme, el conocimiento del pueblo). Añadir tan sólo en esta síntesis etimológica que, tanto Demodoxa como Demopisteme, se basan en la práctica o consulta de votos entre iguales. Obviamente en esta exposición de modelos democráticos de consulta pública se pretende, ante todo, mostrar claramente los conceptos, mucho más que nombrarlos adecuadamente. Aún así y al menos ya tenemos dos símbolos de letras, demodoxa y demopisteme, que a lo largo del presente trabajo escrito han sido, son y serán tan nombradas para señalar claramente estos dos nuevos tipos de democracia que se ofrecen por igual a toda comunidad pública y respetando, pero sin pretender, a la autoridad académica.
 
Ambos modelos ofrecerán el sustento para conocer a la Humanidad Libre, interior y emocionalmente. La opinión a veces no tiene que ver con la lógica, el raciocinio o la ciencia (sí con el respeto), pero es fundamental para trazar o alzar las personalidades colectivas. En definitiva, con las opiniones, generales y especializadas, nos basta para proyectar o añadir un modelo ciudadano más beneficioso para el mundo de la democracia. Una Ciudadanía Humana, concebida con memoria, razón e imaginación para buscar las verdades de la mentalidad general humana. Sabemos que podemos hablar como Humanidad libre, y ante este sentido común es recomendable descubrir una asociación suficiente y legal para que los humanos libres puedan hablar en un sólo escrutinio.
 
Así, con lo que conocemos y con lo que opinamos, nuestra personalidad colectiva puede ir formándose adecuadamente. Y volviendo a la metáfora conductora de esta obra, las estructuras de los edificios medianos suelen ser de hormigón armado porque la asociación entre hormigones e hierros resulta ideal. El hormigón aguanta la compresión y los grandes pesos, pero apenas resiste los estiramientos. Con las armaduras metálicas ocurre lo contrario, las barras metálicas son muy fuertes ante los estiramientos pero se doblan fácilmente ante la compresión. Ambos materiales forman un "matrimonio" perfecto. Ello nos permite otra versión de la metáfora constructiva, la Democracia de Opinión como "hormigón" y la de los Conocimientos como "barras metálicas bien atadas". A continuación el "hormigón":

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